Estaré escribiendo en forma de lista mis pensamientos, tal vez hasta el 24 de junio.
- Ya me siento viejo. Obviamente no lo estoy, en el sentido literal, pero me siento porque los años 20s ya se me hacen tan lejanos como una vida pasada. Me sorprende—¿cómo es que personas y situaciones fueron tan importantes en mi vida en aquellos tiempos, y ahora me son tan sólo memorias lejanas y en segundo plano? Neurológicamente es digno de estudiarse.
- Ya casi cumplo 30. Comenzaré mis 29 triste, aceptando realidades basadas en completa necedad e ilusiones. ¡Dios mío! ¡Ojalá la gente dejara de ser tan ególatra! ¡Ojalá la gente escuchara! Mi anhelo es ser sincero, genuino, con todos, pero sobre todo conmigo mismo. Reitero que todo se puede solucionar a través de un diálogo mutuo, siempre y cuando se acepte nuestra propia vulnerabilidad y apertura.
- Me doy cuenta que tengo mis pensamientos resueltos—mi Esencia consolidada, pero ahora anhelo la amalgama con otra. Hay veces en las que sí quisiera vivir con alguien más apegada a mi filosofía de vida, basada en la libertad, el estudio, la creación y el juego.
- ¡Realmente quiero hacer teatro! Así como el lienzo es para el pintor una ventana al infinito, el escenario, y más bien el espacio, todo el espacio, puede ser de juego, de experimentación para ¡Ser de todas la maneras posibles! Simulacro lúdico de Ser 🙂.
- ¡Me acabo de inscribir a uno!
- Creo que el calor actual es completamente anormal—me preparo para el fin del mundo. Esto me hace pensar seriamente en moverme a lugares más fríos—lo tomaré como objetivo de vida.
- Lo siento—puedo acatar toda indicación, pero nada ni nadie me prohibirá "pensar" en lo que yo quiera (¿quién te crees tú para ordenarme qué hacer dentro de mi mente? Hasta mi psicóloga mencionó que es una actitud un tanto infantil.). Esto porque me permite reflexión profunda. Nunca en mi vida he tenido la necesidad de esconder o "eliminar" de mis pensamientos sucesos y/o personas que han forjado mi vida, para bien o para mal, por lo que me lo permitiré: Reitero: Uno puede superar la etapa de vacío y desconcierto, pero creo que es muy difícil no presenciar el espacio oscuro entre las estrellas que fueron y serán. Tal vez los recuerdos son como la luz reminiscente de una estrella que ya ha muerto, y tan sólo queda esperar a recibir sus últimos rayos. ¿Me dolerá para siempre? No, pero la oquedad estará allí el resto de mi vida. Me pregunto, ¿hay alguna razón por la cual sea tan sensible ante esto? Sin duda, y la sé: Somos lo que hemos sido y han hecho de nosotros.
- ¿Es que la solución también está en llenar el vacío tan rápido como pueda, con quien sea? Nunca en mi vida he "coqueteado" con alguien, o salir con el objetivo implícito de "quiero ser tu novio"—siempre he preferido lo orgánico, que la magia del azar nos una—que a través del reconocimiento de nuestra verdadera esencia (lo que nos hace brillar pase lo que pase) nos coincida, porque es reconocer que todo, verdaderamente, está en su lugar. Que los caminos se cruzan porque estaban destinados desde el caos del inicio del espacio y el tiempo. Tal vez sea buena idea meterme a otro taller, porque todos me han cambiado la vida—¿es que la tercera es la vencida? El amor es como el viento: nunca sabes de dónde vendrá, pero lo sentirás.
- El amor es simple.
- Recién descubrí que una cosa es "salir con alguien" y otra "ser novios". Hace unos días me volvió a invitar mi amigo a jugar juegos de mesa. Le pregunté por lo que creí era su novia, me responde: <<Ah, no éramos nada, sólo salíamos>>. Me sorprendió: ¡Pero si hasta los vi darse un besito de piquito! Parece ser que confirmo mi actitud ante ello: Yo nunca he "salido" con alguien. Me doy cuenta que todas las personas con las que "salgo" no es para "probarlas", sino para genuinamente ser(nos) a través de nuestras similitudes y diferencias. Es así como he forjado grandes amistades, y también como he conocido lo que vendría siendo una "novia". Pero me cuesta tanto trabajo decir esa palabra—siento que es rebajar a un sentido utilitarista a la persona: "Es mi novia"... ¡No! Ella es {nombre}. "Voy por mi novia"... ¡No! Voy por {nombre}. No es "mi amor"... ¡Es Amor! ¡Eres Amor! Por lo que, no buscaría "con quien salir", no buscaría "novia"... Busco Amor. No habría nada qué probar, porque esa persona ya es Amor.
- ¡Sí! Tal vez ese sea el secreto: ¡Uno debe ser Amor desde el principio!
- Creo que las personas sí cambian. Creo que se necesita "cambiar" cuando uno tiene atributos negativos. Estos vienen de la inseguridad. Si uno soluciona estas inseguridades, por consecuencia "cambiará" definitivamente.
- Extraño lo que pudo ser. Aún me pregunto tanto sobre todo lo que pasó.