30 jul 2022
29 jul 2022
28 jul 2022
26 jul 2022
Espacio
¿Cuál sería el contexto (o cómo visualizas el escenario) de absoluta felicidad para ti?
Si lo imaginas es porque existe (sí, en algún punto del espacio-tiempo ya es Real), porque cabe dentro de las configuraciones físicas de la Realidad. Esta es una pregunta que he realizado a varias personas allegadas a mí. A veces suele ser difícil confesar este santuario personal de plenas posibilidades ya que revela quienes somos realmente—un espacio donde podemos desfragmentar nuestra alma hacia múltiples direcciones sin temor. También es difícil porque, indirectamente, nos recuerda que aún no estamos allí.
En mi caso, no logro fijar un contexto o escenario específico. No miento, tras entender un poco mejor la metafísica de nuestra Realidad, me cuesta trabajo adherirme a las reglas ideológicas que se nos imponen. Es decir, no puedo simplemente decir que quiero estar en otro país o dedicarme a la crianza de delfines y pulpos porque, por más que me guste, es probable que llegue un punto en el que me aburra, además de que es algo muy categórico, muy sólido, cuando creo que la Realidad es más amorfa. Creo que fijarse una meta a largo plazo así, a pesar de que no es mala idea, tiende a machacarnos más su irresolución. Por eso intento ser un poco más abierto con mi Alma y tratar de entender lo que realmente quiere ahora, que es:
E s p a c i o .
〇º°•.
El domingo salí en ácido al centro. Fue la primera vez que me tomé un cuadro completo y sin acompañamiento. Todo lo que dicen del LSD es cierto: realmente potencia tu percepción. Tras haber usado mi visor de RV, decidí aprovechar que una realidad un tanto más real existe (que sigue siendo virtual de cualquier forma). Acudí a algunas galerías de arte. Los textos que pegan en la pared me parecían flotantes, como si un vidrio colgante los contuviera. Vi algunos cuadros representando el mar y realmente veía como ondulaban. Particularmente me llamó la atención un cuadro de un colibrí en la cima de un pino—el tronco parecía respirar. Lo que me he dado cuenta de los psicoactivos, al menos en mi propio sistema, es que me permiten concentrarme a niveles muy superiores a lo normal. Como en el orgasmo, es un éxtasis que todo Yo converja en una sola entidad de la Realidad para disfrutarla como si nada más existiese en ese momento.
En mi andar encontré los puestos de libros usados. Entre estas montañas atisbé uno japonés con una portada que me pareció muy bonita. Al hojearla, comencé a sentir cierta aura de tranquilidad, de espacio entre las frases e ilustraciones completamente en japonés. Particularmente estas hojas que escaneé (en vivo se ven mucho mejor):
No entiendo literalmente lo que dice, pero emocionalmente sí. Los pensé como si fueran lágrimas, lágrimas de felicidad. Deberíamos llorar de felicidad. Siento que este tipo de espacio es lo que me hace falta, espacio donde mi conciencia pueda florecer sin enfermarse por preocupaciones y estrés.
Decidí comprar el libro por la conexión que sentí con él. Lo vi como una pieza de algún mapa que estoy armando con los pasos a seguir para encontrar el contexto/escenario de plena libertad que deseo. Al mismo tiempo, me recuerda que, por la realidad que vivo, me será un poco más difícil llegar a ese lugar. Entristecerse está bien por un tiempo, pero la felicidad que espera eclipsará cualquier momento agrio del pasado.
〇º°•.
La realidad que me está tocando vivir cada vez la siento más espesa, pero moldeable. Creo que la locura llega cuando la comienzas a sentir gaseosa. Quiero que mi vida se sienta como una brizna, un rocío en el alba o en el crepúsculo de la existencia—un lugar liminal, metaxis. Sé que existe porque lo puedo imaginar.
25 jul 2022
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18 jul 2022
Lo que tienen en común la magia y la comedia es que ambos son actos que utilizan la manipulación/mentira como herramienta artística. Me interesa la filosofía de la comedia.
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15 jul 2022
13 jul 2022
Manu Katché — Lo
12 jul 2022
11 jul 2022
He notado que las personas más inteligentes que conozco son las que menos reconocimiento público quieren. Es decir, las que se comparten, pero sin esperar aplausos—sólo lo hacen, sinceramente. En cambio, he visto como otros suben sin parar acontecimientos de su vida, principalmente corporales, con el obvio objetivo de ser laureados. No digo que sean malas personas, pero me hace dudar de sus acciones, por más inocentes que parezcan.
—
El reconocimiento es necesario para el ser sintiente (humanos, animales)—entre otras cosas, valida nuestra Esencia ante otros. Sin los Otros uno no puede Ser ya que no habría con quién "diferenciarse". La cuestión está, creo, entre el reconocimiento macro y micro. Macro la incesante, agobiante cascada de "Yos" embarrados en nuestra cara. Egocentrismo. Micro el íntimo, amistoso—cuando no sólo te develan sus secretos, sino te confían la llave para abrir el baúl donde los guardan. Confianza.
Creo que la confianza plena es uno de los más grandes tesoros que podemos dar y recibir, pero, aunque virtualmente todos podemos recibirlo y darlo, es necesario "construirlo" mutuamente de manera inconsciente. O sea, la confianza es de'se tipo de entidades que sólo existen cuando no las piensas—existen cuando están. Como un generador de números aleatorios: Presiono el botón y me genera un número. Antes no estaba, pero ahora está, está un número generado al "azar". Azar entre comillas porque no fue 100% aleatorio (¿qué en esta realidad lo es?): alguien tuvo que programar el generador; yo tuve que presionar el botón; yo tuve que darle significado al número generado. Estos pasos no se piensan, sólo se acontecen. Lo mismo pasa entre personas.
Por lo tanto, ¿será que conocer y confiar en las personas está determinado desde'l principio del Tiempo? A veces pienso que sí, por eso suelo ser receloso al conocer nuevas personas. Creo que no hay azar, swing—en poco tiempo nos damos cuenta si podemos confiar entre nosotros, porque, en cierto sentido, siempre lo hemos sabido.