Es cierto.
Todos necesitamos de alguien que nos pregunte -¿Cómo te fue?
Necesitamos de alguien que tome nuestra mano sin permiso, sin miedo.
Alguien con quien podamos contar, en lo trivial, en lo sublime. Alguien en quien podamos confiar.
Alguien con quien podamos hablar del cielo, y de nuestro infierno. Con quien podamos llorar, reír, sufrir, gozar.
Es cierto.
Sentirte solo no es bueno.