27 ago 2020

Proyecto: ZeYX Lab en Outsiders Gallery

La realidad se desvanece en lo virtual

ZeYX Lab fue una colaboración entre Salvador Herrera, Emmanuel Martínez y yo, donde creamos una exposición (en realidad) virtual de artistas 3D para la inauguración de la galería Outsiders Gallery.




Óscar A. Montiel

7 ago 2020

(Sobre)presiones, empatía y culpa

Tengo un nivel de empatía que me ha causado más problemas que beneficios. La premisa es la siguiente:

La gente espera tanto de mí, y cuando se dan cuenta que no puedo, o quiera hacerlo, terminan sumamente decepcionados, y hasta enojados.

Mis gustos suelen ser muy variados, o bien, tiendo a ver más allá de la superficie sobre algún tema. Mucha gente se enfoca en lo general y absoluto (para ilustrar, se fijan en un sólo ente y suelen pasar por alto sus detalles o componentes individuales). Yo tiendo a fijarme en esos componentes, en los detalles, y este tipo de observaciones es lo que confunde a la gente (y a mí) acerca de qué es lo que realmente siento u observo.

Éso en cuanto a intereses. Pero, la situación donde más quema el infierno es cuando se trata de sentimientos.

Un alto nivel de empatía significa poder escuchar y entender lo más que se pueda al otro. Me he dado cuanto lo empático que suelo ser, y me lo han mencionado. Antes solía pensar que este tipo de "virtud" me ayudaría a conocer más gente y, valga la redundancia, empatizar con ellos para algún fin (amistad, intercambio de ideas, etc.). El problema es que se me pasa la mano y mi flexibilidad sentimental tiende a ponerme en contra de mi propio bienestar. He complacido a mucha gente dado que no me molestaba, no le veía nada malo— decía "Puede que me guste, me divierta, bla, bla...", pero no procuraba mi propia decisión, o comodidad, bienestar. Es decir, he sido falso.

Pero antes de profundizar en mi falsedad, me gustaría resaltar otra cara de la misma moneda que la empatía otorga: La capacidad de reconocer a gente falsa.

Perdón, pero no me dejo manipular. Aún me cuesta trabajo entender (y tal vez aceptar) que hay gente que desiste de su voluntad para complacer a otro— ser sumiso.Y ésto comenzó a ser un gran cuestionamiento para mí en la adolescencia. Veía a tanta gente "viviendo el momento", pero me costaba muchísimo trabajo entender el sentimiento o emoción de éste dado que no veía siquiera "un momento"que celebrar. Se me hacían vacuos, ilusorios, artificiales, pero la gran parte de las personas funcionan así. El tratar de entenderlo se convierte en una pesada carga que llena y colapsa mi mente. Se vuelve un absoluto lío cerebral en donde trato de vislumbrar alguna idea para acoplarme, "disfrutarlo", pero toda acción final que hacía siempre se encontraba cubierta por un grueso manto de falsedad. Es decir, se notaba lo forzado que actuaba.

Creo que esta cobija ha sido una de las cosas que más han limitado mi voluntad ya que no me ha permitido ver realmente más allá de ella. Como la cueva de Platón— yo sabiendo lo que hay afuera, pero tratando de "acomodarme" dentro de ella.

Creo que es este el problema fundamental para las personas hipersensibles o analíticas a la hora de socializar. Uno puede destazar, fragmentar cada detalle del fenómeno acontecido y darle una justificación. En contraparte, ¿por qué el sexo se siente tan bien? Porque te concentras puramente en la sensación; cuando la mente y el cuerpo realmente se vuelven uno solo, y olvidas todo y todos, menos este momento (sexual).

Indefinidamente + relevante:

El tiempo es Significancia

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