jueves, 29 de junio de 2023

Tanta burocracia me aliena.

domingo, 25 de junio de 2023

Celebración día 6: La vida es un juego

La vida no es un juego. Es seria—puedo morir en cualquier instante... Peor aún, puedo sufrir algún accidente que me incapacite extraordinariamente. He pensado en el suicidio desde un punto de vista conceptual—siento que comencé a perderle miedo a morir porque me he dado cuenta que verdaderamente soy capaz de suicidarme. Reitero, lo pienso como concepto, no como acto. Me recuerda que estoy bien, y todos mis problemas y preocupaciones, por ahora, son meramente sociales, ilusorios.

Perderle el miedo a morir me ha llevado a apreciar aún más la vida. Por azares estoy dentro de un rango de comodidad sumamente alto—mejor aprovecho que no tengo verdaderos problemas para Ser como quiera realmente. Día con día me motiva.

Esta semana cumplí 29 años. Me resulta muy importante y emocionante porque realmente siento que estoy viviendo una vida completamente nueva. Desde el fin del mundo en el 2020, viví la transición más importante de mi vida. Viví entre los extremos de la libertad y confusión (emocional)—¡sufrí como nunca! Pero al mismo tiempo gocé de maneras extraordinarias.

Por fin me moveré de casa. Es un cambio que anhelaba desde hace tiempo—por fin he dado el paso. Nunca me contuve por miedo, sino por cierta presión familiar. Pero tras suficientes pláticas se ha logrado. Ya después contaré más al respecto. 

No soy de los que olvidan como si nada, mucho menos por rencor, pero ciertos sucesos cada vez me están dejando de importar más—me'stán presentes. La oquedad entre las estrellas me será visible por el resto de mi vida. 

Enamorarse es tan fácil: Con que te hablen bonito, te presten atención, el flechazo se da (por eso hay que tener tanto cuidado con las redes sociales). Enamorarse de verdad es más difícil. ¿Cómo saber si esta persona que acabas de conocer es, de verdad, el amor de tu vida y no una mera infatuación sentimental y sexual? Por un lado las herramientas post-mo facilitan la búsqueda—tal vez las comience a usar a partir de los 33 años si no encuentro a El Amor de mi Vida. Sin embargo, siempre he preferido lo orgánico—así he conocido a todas las personas con las que he tenido una relación íntima y amorosa. Orgánico para mí es que el supuesto azar de nuestras acciones nos encuentren. Piénsalo, si el azar, la aparente nada—¡magia cuántica! nos encontró, ¿cómo no pensar que estás ante tu otra mitad de quien fuiste separado en el inicio del Tiempo? Aunque tal vez no hay sólo mitades, sino innumerables fragmentos de alma esparcidos por el universo, aquellos a quien puedes nombrar como El Amor de tu Vida porque también son parte de ti. Sí, hay almas gemelas, pero no sólo de 2, sino de 3, 4, 5...n+. El reto está en encontrarlas. Pero no basta con encontrarlas, ambos tienen que tener una madurez terrenal. Pienso que un ego alto, dañino, deriva de importantes inseguridades. Aquellos cuya reacción es aguerrida es porque tienen traumas o defienden su ilusión de importancia—uno es importante, pero no más que los demás—el verdadero diálogo está en la vulnerabilidad y apertura de uno, y es de donde un amor genuino, sin temor alguno, puede emerger.

Estoy tan listo para amar de nuevo, pero debo ser cuidadoso en no caer en simples atracciones turísticas. Me hacen ojitos, pero lamentablemente no soy recíproco ante ellas, porque, como escribí, el amor no se encuentra, sucede, simplemente lo sientes, como el viento adireccional. ¿Lo he sentido últimamente? En grados, pero no supremos, no altos—sigo fluyendo.

Me he dado cuenta que hay personas más insanas que yo. Recientemente fui a Kokoro y vi una chica pidiendo a diestra y siniestra un toque (cannabis), a quien sea, quien tenga. Me doy cuenta que sí existen personas con necesidades un tanto banales, pero que eso es lo que los motiva a actuar. Otra persona, cuya presencia ya no me irrita, pero ahora me incomoda, es aquella que por inseguridades sumamente extrañas vive y habla en una completa fantasía propia. Me doy cuenta que el resto "actuamos" para que no se sienta mal (porque además es un tanto iracundo). Efectivamente, por alguna razón suelo atraer a personas particulares, interesantes, diferentes. Me enseñan, indirectamente, que de verdad sí soy la persona más normal del mundo, y que yo no soy el "extraño", cuando la mayoría lo son. Creo que esa impredecibilidad es la que me pone a pensar tanto—creo que yo sí soy capaz de mantener una línea narrativa social estable, pero cuando otros no la tienen, me extraña, pero he aprendido a fluir con ello. ¿Qué más puedo hacer al respecto? Ser, genuino, libre—una supernova que arrasa todo a su paso y que ilumine o desintegre a quien corresponda. Debo también amplificar mis intereses. Me doy cuenta que sí suelo ser muy específico en lo que me gusta, pese a que mi curiosidad es omnipresente. Tal vez pueda darme la oportunidad de encontrarme un espacio para conocer temas fuera de los míos y poder conectar con las personas de manera más significativa.

Admito que me cuesta un poco de trabajo escribir esto porque me resulta más lógico demostrarlo que decirlo. No se lo tengo que demostrar a nadie más que a mí mismo, y es lo que he estado haciendo, y lo notan, es decir, siento un genuino interés en quien soy. Me he vuelto vulnerable, pero dentro de esta apertura es donde la libertad nace. 

Soy, ante tu cuerpo y tus ojos—mírame, siénteme—me tienes completo. Esto me hace sentir libre.

sábado, 24 de junio de 2023

Celebración día 5: Alcohol

La vida no es extraña, 
realmente todo está en su lugar, pero lo dudo. Hay que aceptar que la gente actúa.

Me dicen varias veces qué genuinamente disfrutan platicar conmigo (que puedo dudar)—porque ¿permito hablar de ellos mismos? O ¿sus problemas?

Es tan obvio—ya lo sé. A veces necesitas platicas verdaderamente imaginarias.

Descubro que las personas viven en sus propias fantasías.

jueves, 22 de junio de 2023

Día 3-4 de celebración: Verdaderamente hay algo sobrenatural en mí

Aphex Twin, el artista más importante y influyente en mi vida, ha sacado nueva música en esta semana—qué hermosa coincidencia—¡la de mi cumpleaños! También, se ha concretado el cambiarme de casa—en menos de 2 meses estaré en un nuevo espacio. Otra cosa curiosa es que el azar, la "aparente nada", nuevamente me ha hecho conocer a alguien a través de nuestro gusto por el haiku, y resulta que hay mucha coincidencias.

martes, 20 de junio de 2023

Día 2 de celebración: No estoy enloqueciendo... ¡Tan sólo estoy descubriendo quien siempre he sido!

A continuación develo algunos pensamientos de completa lucidez:

Esta semana cumplo 29 años. ¡Me siento jubiloso! Sobre todo porque, desde que comenzó el fin del mundo en el 2020, mi vida ha sido un delirio surreal, de tantos aprendizajes—me resulta una muda de piel anímica—el pasado ya se ve tan distante. Quisiera celebrarlo, pero no sé cómo.

Entre otras reflexiones, tras diseccionar como pétalos mis pensamientos, descubro la hilaridad de la vida—continuamente me alejo de  estándares, formas sólidas de Ser. Esto me ha permitido llevar con genuino humor la incertidumbre del azar.

También, descarno de ilusiones la "realidad", al menos la mía—mis "problemas" palidecen ante el tormento de la realidad misma que puede llegar a ser.

A veces me pregunto si está bien o mal desplegarse tanto públicamente, pero, por un lado, ¿qué importa? Y por otro, la sociedad digital, espectacular—¿de qué otra manera ser escuchados en un mundo que nos separa cada vez más?

Y, cuando no estoy en algún tipo de trance creativo, pienso en mí—me desenvuelvo—mi carne y mi sangre en un museo—y me veo: <<No mames, ¿ese soy yo?>> Sísifo, sí toda mi vida ha sido una constante de incógnitas por entenderme y develar el secreto de la felicidad.

Y descubrí que no hay secreto ni objetivo por alcanzar—uno mismo, perpetuamente, debe plantar las semillas para recoger gozoso la fruta, que resulta comunal. La felicidad es un proceso.

Y también me llegan pensamientos un tanto oscuros, pero en un sentido espectacular—de aquella negrura que refulge en un mundo de total iluminación. Es decir, permitirse sentir el espectro completo que separa la vida y la muerte— tantear el infinito de ambos.

lunes, 19 de junio de 2023

¡Hoy comienza la semana de mi cumpleaños! Y tengo muchas ganas de celebrarlo. Aún no se me ocurre qué hacer—tan sólo me siento festivo.

sábado, 17 de junio de 2023

No estoy enloqueciendo, sólo me estoy dando cuenta... de todo.

 Me doy cuenta que acabo de entrar a una etapa de mi vida un tanto macabra y de zozobra. Como mencioné alguna vez, las consecuencias de todas mis decisiones entrarán en efecto, otra vez. Mucho tiempo viví todavía en algún tipo de simulación, pero ya no más—la felicidad es precaria, y lo único que anhelamos. Quieras o no los sacrificios deberán de hacerse—cambio de planes. No miento al decir que he encontrado el secreto de la felicidad, al menos para mí—lo único que quisiera es celebrarlo con todos, pero a veces son tan cerradas las personas....

Tengo mucho trabajo por hacer. 

jueves, 15 de junio de 2023

Nah. Me estoy distrayendo mucho. Mejor me enfoco en mis verdaderos intereses y gustos.

Por fin me inscribí a un taller de teatro—¡me emociona mucho! Pondré en práctica muchas ideas y teorías que he pensado y leído, como la de las neuronas espejo y el espacio actor-espectador cuya forma etérica emerge en el cerebro de ambos—parece ser algún tipo de sincronización telepática. Reitero, el teatro es un simulacro lúdico de Ser—¿cuándo deja la vida de ser teatro, o el teatro la vida?

También, ya casi termino mis libros sobre haikus. He aprendido su significado, que es profundo, y un tanto difícil de apreciar a primera vista (leer el Zhuangzi me ayudó bastante). Creo que esta perspectiva es lo que hace a los japoneses creativos—me pongo a pensar si, tal vez, occidente sea el que vive en una fantasía, en lugar del mundo "racional" que se ha creado.

Espero conjugar todos estos aprendizajes en mi pensamiento, actuar, arte y Ser en general, por ello los estudio a profundidad.

lunes, 12 de junio de 2023

Etapas (o el suicidio simbólico)

Estaré escribiendo en forma de lista mis pensamientos, tal vez hasta el 24 de junio.
  1. Ya me siento viejo. Obviamente no lo estoy, en el sentido literal, pero me siento porque los años 20s ya se me hacen tan lejanos como una vida pasada. Me sorprende—¿cómo es que personas y situaciones fueron tan importantes en mi vida en aquellos tiempos, y ahora me son tan sólo memorias lejanas y en segundo plano? Neurológicamente es digno de estudiarse.
  2. Ya casi cumplo 30. Comenzaré mis 29 triste, aceptando realidades basadas en completa necedad e ilusiones. ¡Dios mío! ¡Ojalá la gente dejara de ser tan ególatra! ¡Ojalá la gente escuchara! Mi anhelo es ser sincero, genuino, con todos, pero sobre todo conmigo mismo. Reitero que todo se puede solucionar a través de un diálogo mutuo, siempre y cuando se acepte nuestra propia vulnerabilidad y apertura.
  3. Me doy cuenta que tengo mis pensamientos resueltos—mi Esencia consolidada, pero ahora anhelo la amalgama con otra. Hay veces en las que sí quisiera vivir con alguien más apegada a mi filosofía de vida, basada en la libertad, el estudio, la creación y el juego.
  4. ¡Realmente quiero hacer teatro! Así como el lienzo es para el pintor una ventana al infinito, el escenario, y más bien el espacio, todo el espacio, puede ser de juego, de experimentación para ¡Ser de todas la maneras posibles! Simulacro lúdico de Ser 🙂.
    1. ¡Me acabo de inscribir a uno!
  5. Creo que el calor actual es completamente anormal—me preparo para el fin del mundo. Esto me hace pensar seriamente en moverme a lugares más fríos—lo tomaré como objetivo de vida.
  6. Lo siento—puedo acatar toda indicación, pero nada ni nadie me prohibirá "pensar" en lo que yo quiera (¿quién te crees tú para ordenarme qué hacer dentro de mi mente? Hasta mi psicóloga mencionó que es una actitud un tanto infantil.). Esto porque me permite reflexión profunda. Nunca en mi vida he tenido la necesidad de esconder o "eliminar" de mis pensamientos sucesos y/o personas que han forjado mi vida, para bien o para mal, por lo que me lo permitiré: Reitero: Uno puede superar la etapa de vacío y desconcierto, pero creo que es muy difícil no presenciar el espacio oscuro entre las estrellas que fueron y serán. Tal vez los recuerdos son como la luz reminiscente de una estrella que ya ha muerto, y tan sólo queda esperar a recibir sus últimos rayos. ¿Me dolerá para siempre? No, pero la oquedad estará allí el resto de mi vida. Me pregunto, ¿hay alguna razón por la cual sea tan sensible ante esto? Sin duda, y la sé: Somos lo que hemos sido y han hecho de nosotros
    1. ¿Es que la solución también está en llenar el vacío tan rápido como pueda, con quien sea? Nunca en mi vida he "coqueteado" con alguien, o salir con el objetivo implícito de "quiero ser tu novio"—siempre he preferido lo orgánico, que la magia del azar nos una—que a través del reconocimiento de nuestra verdadera esencia (lo que nos hace brillar pase lo que pase) nos coincida, porque es reconocer que todo, verdaderamente, está en su lugar. Que los caminos se cruzan porque estaban destinados desde el caos del inicio del espacio y el tiempo. Tal vez sea buena idea meterme a otro taller, porque todos me han cambiado la vida—¿es que la tercera es la vencida?  El amor es como el viento: nunca sabes de dónde vendrá, pero lo sentirás.
    2. El amor es simple.
    3. Recién descubrí que una cosa es "salir con alguien" y otra "ser novios". Hace unos días me volvió a invitar mi amigo a jugar juegos de mesa. Le pregunté por lo que creí era su novia, me responde: <<Ah, no éramos nada, sólo salíamos>>. Me sorprendió: ¡Pero si hasta los vi darse un besito de piquito! Parece ser que confirmo mi actitud ante ello: Yo nunca he "salido" con alguien. Me doy cuenta que todas las personas con las que "salgo" no es para "probarlas", sino para genuinamente ser(nos) a través de nuestras similitudes y diferencias. Es así como he forjado grandes amistades, y también como he conocido lo que vendría siendo una "novia". Pero me cuesta tanto trabajo decir esa palabra—siento que es rebajar a un sentido utilitarista a la persona: "Es mi novia"... ¡No! Ella es {nombre}. "Voy por mi novia"... ¡No! Voy por {nombre}. No es "mi amor"... ¡Es Amor! ¡Eres Amor! Por lo que, no buscaría "con quien salir", no buscaría "novia"... Busco Amor. No habría nada qué probar, porque esa persona ya es Amor.
      1. ¡Sí! Tal vez ese sea el secreto: ¡Uno debe ser Amor desde el principio!
  7. Creo que las personas sí cambian. Creo que se necesita "cambiar" cuando uno tiene atributos negativos. Estos vienen de la inseguridad. Si uno soluciona estas inseguridades, por consecuencia "cambiará" definitivamente. 
  8. Extraño lo que pudo ser. Aún me pregunto tanto sobre todo lo que pasó.

domingo, 11 de junio de 2023

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ BAAAAAAAAAAASTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 ¡Hola!

Soy literalmente lo más extraño del universo.

¡Tú también!

¿Y tú?

¡Literalmente un cúmulo de sangre pensante!

Que desparramado... ! ¡  s P l A t ! ¡

¡Nada!


¡JA JA JA JA! 


¡CUANDO ME PONGO A PENSAR EN VERDADERO SUFRIMIENTO ME DOY CUENTA QUE NADA IMPORTA Y TODO ES UN GRAN ABSURDO!


¡Cuando recuerdo la GRAN CAPACIDAD QUE EXISTE DE SENTIR DOLOR... ¡Y QUE NO PODEMOS NI SIQUIERA IMAGINARLO! ¡TODOS MIS PROBLEMAS PALIDECEN ANTE EL TORMENTO DE LA REALIDAD MISMA! ¡Y ME DOY CUENTA QUE SOY ABSOLUTAMENTE...




N       A              D              AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA



viernes, 9 de junio de 2023

domingo, 4 de junio de 2023

Ser feliz puede ser tan simple I

Cada vez más me siento mejor y transformado—muda de piel anímica. Me doy cuenta cuan fácil es estar bien, pero uno debe reconocer sus propias espinas, y al mismo tiempo evitar las de otros, y tal vez ayudarnos mutuamente a quitárnoslas. La rosa se puede tomar desde'l tallo. 

Es tan absurdo pelearse cuando (casi) todo puede aterrizarse a través del diálogo. Creo que debe haber completa apertura y vulnerabilidad entre las personas para que eso suceda. La vida es tan bella como para defender el inexistente ego.

Creo que darse un tiempo de reflexión es necesario para evitarse, nuevamente, malos tragos tan rápido.

jueves, 1 de junio de 2023

Sobre superar y extrañar

 Muchos pensarán que es absurdo, irrisorio—completamente innecesario: "Deja de pensar en ello, nada más te haces más daño". Pero a su vez veo tantos mensajes de remembranza de muchísimas personas extrayendo de lo más profundo de su alma palabras reales, y a su vez dolorosas. Tal vez pueda decirse que lo "real", en este contexto, es descarnar nuestra alma de estas palabras que se mantenían ocultas, como costras que puede que vuelvan a sangrar, o no— reales porque nos duelen, y nos adentramos a los resquicios más íntimos de nuestro Ser. Pero también veo que suelen ser muy superficiales como: "Te extraño tanto—ojalá veas este mensaje." o "Tan sólo quiero que seas feliz" o "Querido [nombre del ex], ..." Todos quieren decir tanto, pero parece ser un tabú social que se limitan. Yo sé que, a veces, transgrediendo ciertas reglas es que uno verdaderamente se conoce—¡me llega a ser imperativo! No me puedo contener, y este lugar me permite liberarme de todo bagaje del que crea necesario deshacerme. Por ello las siguientes palabras, sin censura más que la privada:

Esta semana recordé y extrañé. Tenía escrito previamente que no sabía por qué, pero creo que la razón fue la siguiente: Durante estos meses comenzaron a buscarme chicas a quienes conozco desde hace tiempo, casualmente, coincidentemente (tal vez porque comencé a compartirme un poco más en las redes sociales, aunque esto incluso antes de la ruptura ya que decidí actuar de manera distinta a como estaba acostumbrado (para dejarme ser de manera diferente ante todos)). Las considero amigas, nada más, pero comenzó a suscitarse cierta insistencia por salir, platicar por allí. Sin pensar algo más allá, salí, con el único objetivo de cotorrear sobre nuestras vidas. Platicamos de nuestros gustos actuales y, por sobre todo, preocupaciones románticas. Nos dejamos escuchar pacientemente, opinando cuando sólo se es requerido (o pedido). Por supuesto que yo también platiqué de mi situación. Esto pasó durante los primeros meses. A finales del mes pasado estas platicas comenzaron a extinguirse para dar paso a algo más amistoso, cotidiano. Probablemente lo que desencadenó mis recuerdos y, por sobre todo, frustración, fue que una de ellas me invitó a su fiesta de cumpleaños. Fui, con todo y regalo (le debía unos libros de los que quería deshacerme (prefiero regalarlos a venderlos o cambiarlos últimamente (¡ya tengo tantos!)). Durante el transcurso de la noche me la pasé bien, platicando con quien estuviera cerca. Como por la media noche decidí regresarme porque ya todos se juntaron en su respectiva bandita y yo tan sólo conocía a la cumpleañera, esta que, obviamente, iría a estar indisponible fácilmente.

Tras ello me sentí un poco desesperanzado. Obviamente tiene relación con mi relación pasada. No sentí ni siento una conexión significativa con nadie ahora mismo, románticamente. Me decía a menudo que "ojalá mi primer relación de verdad fuera la última" porque no concebía cómo es que un par de personas se permitirían completa apertura y vulnerabilidad para después concluirla, particularmente como fue la mía. Además de que a mí siempre me ha costado muchísimo trabajo "experimentar" o "ligar" porque no me gusta saltarme la etapa de conocerse "como amigos", por genuinos azares, que así como la infancia, creo, consolida la base de donde uno partiría el resto de su Ser de manera más real. En esta línea, creo que vivir ciertas confrontaciones desde la amistad demuestra quién es uno, y los conflictos que se suscitasen, se mantendrían bajo el velo del amor (porque "te conozco" ), mientras que hacerlo durante un ligue se vive más desde una perspectiva "romántica", con el objetivo de "andar", por lo que, obviamente, todo será miel sobre hojuelas porque ambos saben perfectamente lo que buscan y quieren, y tras múltiples pruebas, puede que esta sí sea la persona indicada, y los conflictos puede que sean más complicados de solucionar por no "conocer" realmente a la persona. Pero ahorita retomo este tema.

¿Por qué me sentí "desesperanzado"? Porque todos anhelamos ser queridos. Sí, todos. Tras la ruptura esta soledad nubló gran parte de mi alegría natural. Por fortuna he sabido confrontarla sin dejar que me abrume a niveles extremos (como "volver a buscar" o deprimirse como tal). Me pidieron, un tanto desesperadamente, que no lo hiciera y por supuesto que no lo hice ni haré, pero no puedo aceptar la orden de "no pensar" sobre ello, y por ello escribo—es reflexión, es libertad.

A todos nos pasa, aunque es la primera vez que me sucede: El anhelo de ser querido (tras serlo).

Esa es la razón por la que nos gusta tanto saber sobre la otra persona tras una ruptura—resulta un poco adictivo, porque esa persona fue lo más cercano a sentirnos así de especiales— "sí me quiere, no me quiere, sí me quiere, no me quiere", hasta acabarse todos los pétalos. Si tan sólo uno leyera algo como "pese a todo, espero que estés bien" nacido desde el corazón, creo que sí calmaría las aguas. Es difícil que eso pase porque uno suele separarse desde la frustración y el enojo—la manera en la que concluyó mi relación fue abismalmente negativa y confusa, pero uno, ilusamente mantiene la esperanza (irrisorio). Además, ¿por qué ella activamente escribía cosas (lo que vendría siendo el análogo de redes sociales), que si bien, quiero asumir, no iban dirigidas a mí, tenían un tinte aguerrido contra mí (como compararme tal cual con otra persona)? Lo admito, como ella lo hizo (hasta se sabía quién me seguía en Twitter), como lo hacemos todos, leo, aunque eventualmente se apaciguan las ganas. Y lo que leí me pareció muy bizzaro, que, si yo fuera el ligue, me daría un poco de incomodidad. Creo que todo esto deviene de la urgencia, pero sobre todo 

inmadurez:

Durante estos meses sufrí tanto, pero en algunos atisbos de conciencia, me di cuenta de algo importante: El amor se vive en el presente. Mucho me dejaba llevar por el pasado y el futuro, particularmente futuro. A veces sentía que todo lo que hacíamos debía encausarse hacia un propósito definido, en el después. Una de las frustraciones que más me pesaban era que, a pesar de que tuvieron que pasar 3 años (incluida la pandemia), en los últimos meses verdaderamente cambié, acoplé todo lo que viví y me aprendí en una nueva forma de ser, donde me siento realmente libre , compasivo y vulnerable (hasta se me notaba en los ojos)—donde las confrontaciones negativas (como enojos innecesarios, malinterpretaciones, exageraciones, etc.) me son actos tan asquerosos ahora que ya no soy capaz ni de concebir su suceso y evito a toda costa su emergencia, y me remuerde la conciencia el haberlos provocado anteriormente, con ella y con muchas otras personas.

Debo admitir que me faltaba madurar.

Me pregunté hace unas semanas si ¿todo esto debía pasar para entenderlo? Creo que me hubiese sido más fácil lidiar con la ruptura si yo hubiese negado las espinas que tuve en su momento y, peor, si las hubiese barnizado con orgullo (es que fue tu culpa, no la mía). Y si bien ya no existen en mi, en mi tallo, su cicatriz perdura, tanto en mí como en las otras personas. Por eso mi gran frustración: Yo realmente no fui la persona que soy, pero sucumbí ante mis propias espinas, a lo que me sobraba—mis inseguridades y egolatrías. Me di cuenta con lo que pasó, y está de más pensarlo de otra manera. Pero también debo admitir que esto no sólo sucedió en mí, por lo que el constante achaque de culpar(me) y victimizar(te) me pareció innecesario, durante y después.

El amor genuino se da en el instante, en el momento—en la seguridad del presente, porque es lo único que existe. Creo que aún no "supero" porque recuerdo lo bueno, porque, pienso, que si yo logré cambiar de una manera extraordinaria, ella también podía, pero, como he mencionado, más que falta de amor, fue el nunca haber desenvuelto estos conflictos, por lo que mantuvimos el miedo y las barreras hasta el último momento, y eso fue responsabilidad de ambos.

Quiero querer y ser querido. Hay algo que comencé a preguntarme: ¿Es que debería también permitirme una búsqueda un tanto más "rápida" a través de Bumble y similar? La verdad es que no lo concibo porque lo haría por rellenar mi vacío que por genuinamente conocer a alguien. De hecho, creo que estas herramientas son exclusivamente para ello: Todos entran allí para satisfacer una necesidad egoísta, sexual o por soledad, y claro que una relación puede emerger de allí, pero nuclearmente yo no me siento agusto—aparentar "amor", mientras analizas al prospecto tras su espalda, hasta que se vuelva "real". Por eso defiendo tanto el azar, porque desde las raíces del tiempo mismo, del fractal que es el continuo movimiento, conocer a alguien en tu mismo espacio y tiempo, y que, también por azares, se complementen tan bien, me parece un milagro ataviado de amor. Puede que suene chistoso, puede que suene iluso, pero es lo que verdaderamente siento. Ya me dije que a los 33 me daré el chance de saltarme esa etapa.

Ella me llegó a responder que "puede hacer lo que sea porque estaba soltera" a mi pregunta sobre si había tenido relaciones sexuales durante nuestros desencuentros. Ahora yo sigo la misma lógica, al permitirme leer lo que es público, además que es legal hacerlo—digo, estoy soltero y no somos nad—"curiosidad". Ella lo hacía, en todas mis redes sociales, y escribía sobre ello, y me lastimaba. Yo lo analizo desde una perspectiva psicológica. ¿Es posible enamorarse de 2 personas en tan poco tiempo tras una ruptura? Es factible, pero el hecho de saltar casi tan instantáneamente hacia otros brazos tras haberse enamorado del primero se me hace completamente desesperado, y peor aún el hecho de anhelar reencontrarse con "todas las heridas sanadas" (aunque también se me hizo curioso que primero se echara la culpa (la regué) y después se la echara a él). Eso es algo que definitivamente debe mantenerse oculto con el nuevo. Puedo entender que a cierta edad lo que uno busca, tras consolidar su persona consigo mismo y con el mundo, es "querer y ser querido". Creo que es lo que también me está pasando ahora, que me siento completamente pleno con mi Ser y mejoro constantemente mi desenvoltura con el mundo, y pues lo único que me resta es compartirlo con alguien en mi misma sintonía, pero hacerlo con el genuino gusto de compartirse, y no por desesperación.

Ahora, ¿es verdaderamente posible enamorarse de alguien tan opuesto a uno? ¿Yo sería capaz de decir algo así? No, creo que no, porque creo que es un mito. Uno se enamora de iguales—no tiene que ser necesariamente a través de gustos superfluos (chica popera con chico rockero (aunque ambos entran en el género del pop))—basta con observar y caminar, juntos, en la misma dirección, desde su propio jardín, hasta crear uno mutuo. La gente se infatúa si ambos están en las mismas circunstancias  o necesidades sentimentales—por eso creo que es necesario darse un tiempo—"avanzar" para mí no es estar en una relación lo más pronto posible con alguien—creo que estas situaciones ameritan tiempo profundo de reflexión, o al menos es lo pienso. Yo me he enamorado de personas que son genuinas, porque también lo soy, o intento serlo. Yo me he enamorado de personas que sonríen ante toda situación, porque también me nace hacerlo, o quiero hacerlo. Yo me enamoro de alguien abierto a nuevas perspectivas y que se permita un diálogo comunal, porque también me encanta debatir ideas con el propósito de encontrar una nueva verdad. Yo no puedo enamorarme de alguien que no sea como yo. Y yo no quiero enamorarme de alguien para llenar vacíos.

Entonces, superar es fácil: Andar con alguien, con quien sea, que me satisfaga lo básico, alguien que me ocupe,  pero extrañar no. ¿Te extraño a ti? o ¿Qué extraño de ti? Por lógica sí, extraño lo que eres, pero particularmente lo bueno, pero debo admitir que, en realidad, puedo reducir que lo que extraño de ti en este momento es: ser querido, sexo y lo que pudo ser juntos. La tengo un poco difícil, porque superar estos aspectos requerirá que la nueva persona de la que quiera enamorarme deberá sobrepasarlos, por lo que, por un lado, es sumamente lamentable que haya pasado esto, pero por otro, siempre queda encontrarse con alguien que acople con las personas que ahora somos. Y esto no tiene otra connotación más que hermosa.

Debo confesar que también estaba esperando que encontraras una nueva relación. A mí me sirve para dejar de anhelar, ilusoriamente, ni siquiera un reencuentro, sino el genuinamente aceptar que temporalmente no estábamos preparados. Sí, diganme iluso, búrlense, pero amar y dejar de amar no es transitorio para mí, desechable—conlleva una profusa inversión de vida. Mi "duelo" concluye en el perdón y el autoperdón.

Tras todo esto, de corazón, genuinamente, te deseo todo el amor que deseas.