“
¿
Quién, si gritara yo, me escucharía en los celestes coros
?
Y si un
ángel inopinadamente me ciñera contra su corazón,
la fuerza de su ser me borraría;
porque la belleza no es sino el nacimiento de lo terrible;
un algo que nosotros podemos admirar y soportar
tan sólo en la medida en que se aviene, desdeñoso,
a existir sin destruirnos.
Todo ángel es terrible
”
.
—Rainer Maria Rilke