jueves, 30 de marzo de 2023

 No sabría describir ahora mismo cómo es que percibo la realidad—pienso en el cuerpo. Me sucede que las palabras han comenzado a ser para mí un rompecabezas... O más bien, algo así como ¿un cubo de Rubik? No sé cuál acepción me guste más, por lo que tomaré ambas. Creo que por eso me comenzó a interesar tanto la poesía.

Me siento muy inspirado porque las palabras emergen desde'l pozo de mis emociones como un geiser y me permito jugar con ellas, mentalmente, explorando distintas posibilidades dado que será el universo que me estaré creando. Activamente he estado borrando y reescribiendo estas permutaciones para encontrar las frases que, en su conjunto, abran el candado para liberarme—¿las palabras como llaves?

Al mismo tiempo las expreso y moldeo corporalmente. Me siento conectado con mi cuerpo a tal grado que comencé a desear un taller de teatro que me permita explorarme a profundidad—eventualmente pronto. 


Emerge en mí un par de atisbos desde'l subconsciente develando un poco sobre mi sentir presente: 

   Incógnita.

 Cómo me perciben y cómo percibo a otros.

Pienso tanto en el cuerpo porque, al final, somos meros pertrechos, aunque majestuosos, de carne y sangre—¿cómo es posible que sintamos tanto? Tengo mis ideas—inseparable el lenguaje de la fisiológica emoción—el tacto es un espectro: El dolor y el placer son lo mismo, en diferente grado.


Checo el pulso de mi alma: ¿Cómo me siento ahora? Aún no podría describirlo del todo, pero sé que todo lo que he escrito forma las muescas de la llave con la que me abriré (aún más).