Tips para lidiar con conversaciones difíciles
- Hablar primero de los hechos, después de los sentimientos.
- El que comienza la conversación le pone el tono.
- No pensar quién está bien o quién está mal.
- Ver primero los hechos, después los puntos de vista.
- No juzgar—hablar de los hechos y de lo que sentiste, pero no decirle al otro que "está mal" y "tú bien".
- Permanecer calmado y esperar a que la otra persona termine de hablar.
- No burlarse o ser sarcástico.
- Mantenerse objetivo.
- Las palabras que se usan y cómo se pronuncian hacen la diferencia.
- Evitar "tutear" al otro. Mejor hablar en general de lo que a nosotros mismos nos molesta.
- Todo lo que se dice antes del "pero" se cancela.
- Mejor usar "y" para complementar.
- Enfócate en el comportamiento, no en el sujeto.
- Pensar en la retroalimentación como la intención de mejorar a la persona, no hacerla sentir mal.
- Pensar en soluciones desde antes.
- Pedir retroalimentación de uno mismo.
- Mantener control de tus emociones—fisiológica y psicológicamente. Igual de nuestro diálogo interno.
- Mantener límites por respeto mutuo.
- Intentar entender las necesidades del otro.
- Si el otro es difícil, preguntarse "¿qué gana con ello?", en lugar de "¿por qué es así?". A veces uno se pone difícil cuando hay problemas irresueltos entre ambos.
- Al proponer un cambio explicar por qué el cambio es bueno.
- Si alguien no cambia, es por una razón, no porque "simplemente no quiere".
- Al decir no, mantener silencio. Seguir hablando podría sacarnos un argumento débil contra uno.
- Si insiste, intentar convertir la conversación en negociación.
- Para lidiar con actitudes pasivo-agresivas:
- Preguntar por claridad.
- Pedir respeto.
- No podemos controlar las acciones del otro, pero sí las nuestras, y de allí podemos poner límites.
- El cerebro normalmente filtra información en 3 pasos. El tip es preguntar para descubrir la información que fue suprimida, generalizada o distorsionada:
- Supresión
- Cuando uno se enfoca en ciertos detalles y omite otros.
- Generalización
- Cuando se generalizan experiencias concretas.
- Distorsión
- Cuando se llegan a conclusiones que no son reales.