sábado, 20 de febrero de 2021

Tal vez la razón por la cual todos me parecen tan desconcertantes es porque percibo mi idea de "normal". Por lo que para mí algunos pensamientos y actos que yo haga me resultan lo "correcto"— efectivamente los demás estando en lo "contrario".

Recién me doy cuenta de este tipo de reflexiones. Ahora siento como si esa innecesaria capa de percepción se estuviera desvaneciendo, como un bache en alguna costa desapareciendo... más bien, "integrándose" por fin a la suave y lisa capa arenoso que lo rodea, estimulado por el oleaje, uno más activo, fuerte. Podría decir que el mar es el "aprendizaje adquirido", mientras que el viento es "aprendizaje activo", la voluntad. La arena, mi conciencia.

Éso es algo que me ha mantenido profundamente bajo la ignorancia, anclado por ideas anticuadas de las que me costaba desprenderme. Pero lo estoy logrando. 

Se derrumba el muro. "Ponte en los zapatos de los demás".

Me estoy quitando este casco que se llenaba de mi propia respiración, obviamente. Inhalo oxígeno, exhalo dióxido de carbono. Un ciclo cuyo fin es una anoxia. 

Mi conciencia cada vez se siente más libre.