martes, 28 de noviembre de 2023

 No veo razón en censurarme—la vida es muy corta como para no decir lo que te nace. El problema es cómo

Desde hace tiempo descubrí que una de las razones principales por las que escribo tanto de manera semi-pública es porque lanzo algo así como luces de bengala, demostrando quién soy, buscando almas similares, ¡y las he encontrado!, aunque, por varios factores (distancia, cosas de la vida, etc.), no se sienten tan íntimos como quisiera. Con "íntimo" no me refiero a "ser pareja, amigovios, ultra mejores amigos" o cosas así, sino tener a alguien que funja como sistema de retroalimentación continua, que nos mejoremos constantemente a través de nuestras distintas observaciones, experiencias y genuinidad. Últimamente he sentido en algunas personas que conozco un conformismo pre-30ñero, un "¿pa' qué me esfuerzo si así como estoy estoy "bien"? Creo que ese pensamiento es limitado y peligroso, y más dado que el futuro que nos espera no lo encuentro fácil de montar, y definitivamente no es mi estilo. Amo a quien me rodea, pero necesito romper la burbuja y conocer nuevas perspectivas para potenciarnos en lidiar con los retos que nuestros nuevos anhelos proponen.

 Escribir destapa el flujo de pensamientos e ideas de mi cabeza: Me es necesario, saludable—de lo contrario probablemente me daría algo así como una embolia emocional.

Como alguna vez mencioné: Una vez que encuentre a las personas con quienes me sienta completamente pleno ya no habrá necesidad de exponerme así de públicamente. A veces soy yo mismo quien necesita encontrarme, y suceden temporadas de silencio propio. Pero lo que en realidad quiero son temporadas de fiesta, jolgorio continuo, ante las maravillas de la existencia que uno mismo y otros descubrimos, en nuestro propio búnker: Descubrir nuevas verdades desde la seguridad de tenernos el uno al otro.