Por fin estoy escribiendo desde un nuevo espacio. Me doy cuenta cuan radicalmente cambia uno al cambiar su entorno. Es algo que ya sabía, claro, y hecho, pero creo que este es el más significativo. Ciertos espacios se vuelven tan negativos que por más que intente uno adaptarse resulta imposible, y puede que comience a devorarte. Es completamente válido aceptarlo y no debería forzarse uno a estar donde ya no quiere, mucho menos por presión de otros. Veo todo este esfuerzo como el parteaguas del camino al que me dirijo. Reitero, mi Esencia está completamente formada y consolidada—la búsqueda por mi Ser ha concluido, es decir, las bases están sólidas, y ahora estoy construyendo(me) encima.
Me di cuenta que la razón por la cuál me sentía un tanto perdido en el pasado era por una inseguridad infundada provocada por otros—no porque "naciera" de mí. Literalmente como ahora me muestro y develo al mundo es como siempre he sido realmente, pero siento que tantas reglas y etiquetas—protocolos y modales sociales limitaban cómo es que yo, particularmente, disfruto la vida.
No me considero una ideología o filosofía en particular—yo soy Óscar, o como quiera llamarme después—ni marxista, ni daoista... Sólo yo fusionando estas ideas con mi núcleo. Pero la verdad es que les debo mucho a los pensamientos de otros. Me han ayudado a descifrar cómo es que realmente funciona la sociedad, lo cual me permite mayor seguridad al saber que ninguna regla es sagrada y, si es necesario transgredirlas, adelante, siempre y cuando sea para un bien comunal. También, probablemente esto es algo que ya intuía desde hace rato, pero conocer muchísima gente con Personajes tan definidos e inflexibles me ofuscaba.
Creo que por fin he roto mi Personaje ya que me permito Ser sin tapujos o inseguridades, arrasando cual supernova con todo a su paso, iluminando o destruyendo a quien corresponda, con todo respeto. Uno, como en la misma naturaleza, fluye de maneras insospechadas—tratar de mantenerse dentro de un cauce forzosamente definido, aparte de aburrido, me resulta artificial. Un fractal.
Otra de las razones por la que me metí a un taller de actuación es para entender cómo es que actúan los otros. En cierto sentido, para entenderlos a ellos. Uno Es a través de todo su cuerpo—no basta con imitar el pensamiento, también es necesario moverse como el otro. Tal vez es lo que nos hace tan distintos, plétora de personalidades: cómo y hacia dónde nos movemos. Ir a un café a leer es muy distinto a quedarte en tu casa leyendo. Puede que sean meras acciones superfluas moduladas por nuestra ánimo actual, pero es importante recordar que las "casualidades" pueden ser las motivaciones ocultas en nuestro subconsciente—no existe el libre albedrio. Es duro aceptarlo.
Me encantan los secretos. Ocultarlos o que me los oculten es como saber cuán diferente puede ser la Realidad—misterios que con las prestidigitaciones orales (el lenguaje es un juego) adecuadas, puedes develarlas a través de otros. He descubierto muchos de ellos, y me hace reconocer que la vida, así como puede ser tan maravillosa, puede ser dura, atroz y brutal. Saber esto me motiva a ser genuinamente cordial con otros, ser comprensivo—a ser una persona que genuinamente ayuda y comparte, de corazón, no por hipocresía, sino porque acepto que todos estamos en un mundo realmente hermoso y extraño y que en cualquier instante todo puede derrumbarse. Seas quien seas, te entiendo—estamos juntos en esto.