viernes, 4 de junio de 2021

 Mi realidad es social. La relación que tengo con Los Otros es lo que suele condicionar mi comportamiento. Hay veces en las que siento mucha presión— como si me quisieran encerrar dentro de una doncella de hierro. Otras, me es posible percibir estos acontecimientos sociales como un conjunto de luciérnagas de distintos colores. Es decir, debo sentirme libre para relacionarme saludablemente.

También hay veces en la que la realidad me supera y siento un tipo leve de despersonalización. En estos momentos me pongo a juzgar las acciones que hago cuando interactúo. Me pongo a pensar lo que dije, lo que hice, cómo lo hice. Y es en estas reflexiones cuando más comprendo quién soy y, por sobre todo, las consecuencias de ser quien soy.

Sé que Los Otros tienen una amplia gama de descriptivos aplicados a mí, ¿realmente los soy? Un cambio de paradigma en mi vida fue cuando dejé de ser lo que me decían ser. Ahora me siento libre. Mi esencia comenzó a escurrir por cada poro de mi alma y me recubre de felicidad. Pero este recubrimiento es explosivo— préndele fuego y veme en llamas. Y yo no estoy exento de prenderme fuego. Debo ser más listo, más respetuoso conmigo y con Los Sinceros Otros, porque, a pesar de todo, les importo.